Antes de nada, de nuevo mil disculpas por la desactualización del blog (a ver si antes de las vacaciones lo dejo "al día).
Retomo la actividad biciudadana con una novedad con respecto a todas las entradas anteriores. Y es que a principios de año varios miembros del grupo nos hicimos con juegos de luces y baterías para afrontar alguna que otra ruta nocturna: "A ver cuando las estrenamos", decíamos por entonces. Y el momento ha llegado.
Atardecer junto a campos de cultivo en San Fernando de Henares
Y es que la irrupción del verano en forma de ola de calor a principios del mes de junio hizo que decidiésemos, por momentos, dejar la canícula sobre la bicicleta para trasladar nuestra afición a un horario de salida vespertino. Primera salida: un clásico, subida al Cerro del Viso. Una ruta que tenemos más que trillada y que nos permitiría poder probar la tecnología sin sobresaltos.
Fotografía tirada con flash
Fotografía tirada con flash. Así es como vemos.
La experiencia: excepcional. Llaman la atención la sensibilidad de la piel ante los distintos cambios de temperatura, la cantidad de animales que se cruzan por el camino y los olores del campo a esas horas, muy distinto al que estamos acostumbrados cuando azota el sol. Lo que por el día es una ruta más, por la noche se convierte en una aventura en la que todo es nuevo y en la que tienes que poner mil ojos en el camino para no tropezar ni tener percances. En definitiva, una experiencia intensa.
Vistas nocturnas de Alcalá de Henares
Foto de grupo desde el Cerro del Viso
La segunda experiencia nocturna la hemos tenido durante la noche más corta del año. Para la noche de San Juan hicimos otra ruta clásica: Salida desde Coslada hacia los Cortados de Rivas y vuelta por los senderos junto al río Jarama.
Llegando a Rivas
En esta segunda ocasión aprendimos que la escasez de luz no tiene porqué traducirse en una reducción de la velocidad de crucero. Creo recordar que ha sido una de las veces que hemos realizado este trazado de manera más rápida.
¿Viene un coche? No, son los compañeros...
¿Significa esto que no voy a volver a montar de día? Para nada, por supuesto que seguiré rodando bajo el sol. Sin embargo, en días de verano en los que sabes que el calor puede hacer reducir el número de kilómetros de una ruta, la opción de una nocturna es más que interesante.
Foto de grupo junto a la Laguna Grande de Rivas
Percance "eléctrico". Y es que yendo en grupo, si a uno le falta la luz, puede solventarse siempre y cuando vaya integrado al grupo.
También es muy recomendable para aquellos sábados y domingos de verano que tienes planes y que te impiden coger la bicicleta. Qué mejor que una ruta nocturna de viernes para no perder el ritmo y la resistencia ganada a lo largo del tiempo.