Tras dos semanas de intensa paternidad, retorno a la actividad biciudadana.
En una semana en la que la lluvia ha echado por tierra miles de procesiones, mi particular "domingo de resurección" se traduce en una vuelta de 52 kilómetros desde Coslada a Madrid Río y vuelta.
En esta ocasión no incluyo el mapa de ruta. Por dos motivos.
En esta ocasión no incluyo el mapa de ruta. Por dos motivos.
El primero de ellos, la sencillez del trayecto (Anillo Ciclista de Madrid y Madrid Río). El segundo motivo, porque no recomiendo al 100% la práctica ciclista en Madrid Río. No están delimitados ni señalizados los espacios reservados para los ciclistas (si es que los hay) y la grandísima afluencia de público invita a pasear a pie antes que esquivar "peligrosos" paseantes e iniciados ciclistas.
No es una crítica a Madrid Río. Es simplemente una evidencia. Hay demasiada gente y por momentos, puede resultar peligroso. Quizás a primerísima hora de la mañana, transitar por este pasillo verde sea fructífero. Un soleado domingo a las doce de la mañana, hoy día, un posible riesgo.
Recomiendo, eso sí, el sosegado paseo. No cabe duda de que la ciudad de Madrid se ve con otros ojos en Madrid Río.
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