Durante los meses de invierno, muchos aficionados han practicado el mountain bike cerca de sus hogares con puertos como la Morcuera, el Pasapán, la Fuenfría o Somosierra en el punto de mira, eso sí, cuando llegase el buen tiempo.
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Desde hace ya varias semanas, subir a la sierra se ha convertido en algo habitual para muchos. No tanto para otros que, efectivamente, han entrenado durante los últimos meses pero creen que una etapa serrana resulta demasiado dura. La ruta descrita a continuación puede ser perfectamente la primera piedra de toque para aquellos que quieran probarse en un terreno exigente.
De hecho son pocos kilómetros. 33 para ser exactos. La ruta tiene lugar en la vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama. Un trazado por pista asfaltada en el que la densa vegetación protege al ciclista de los estivales rayos del sol.
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Comenzamos a rodar en la Pradera de Navalhorno, junto a Valsaín. Antes de abandonar el pueblo, a mano derecha se abre una carretera adoquinada donde podemos dejar el coche. Como referencia tomaremos el restaurante "El Torreón" que hace esquina (1).
Al poco de ascender nos encontramos con una cancela (2) que atravesamos por nuestra izquierda. Junto a la cancela veremos dos señales que indican que nos encontramos en el "Sendero de los Reales Sitios".
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Aquí el terreno suaviza hasta que llegamos a una bifurcación (3) (quizás el único punto conflictivo de la ruta). A la izquierda, descenso. A la derecha, una fuerte subida. ¿A qué hemos venido? A subir. Pues nada, a la derecha.
A partir de ese momento una continuada subida. Paciencia y pedaladas fluídas para no cargar las piernas. Con los kilómetros notaremos cómo el piso va empeorando por momentos. El ascenso termina en un claro con troncos cortados a ambos lados del camino. No hay que confiarse ni cantar victoria, ya que ahora viene un tramo de los denominados "rompepiernas": subidas y bajadas acompañadas por un enigmático silencio, roto de vez en cuando por el paso del agua de algún arroyo o el canto de algún ave serrana.
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Para alegría de nuestras piernas, finalmente se impone el descenso. Nosotros seguiremos por la misma pista de manera descendente, haciendo caso omiso a los caminos que se abren a ambos lados (los que se abren a nuestra izquierda conducen directamente a Cotos).
El camino termina en la carretera CL-601, en el comienzo del ascenso de las conocidas como "Siete Revueltas" (4). Nosotros, sin embargo, tomamos la carretera en sentido descendente, pero sólo durante unos 300 metros. Entonces veremos a nuestra izquierda otra cancela de color verde (5). Accedemos a otra pista asfaltada que en sus primeros metros suaviza, pero que más adelante presentará las rampas más exigentes de la jornada. Subiremos con el plato pequeño y con mucha paciencia.
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El final de la subida se encuentra junto a la Fuente de la Reina (6) donde repondremos las fuerzas perdidas. No dejéis escapar la oportunidad de coger agua de la fuente. Un privilegio del que sólo gozan los esforzados caminantes y ciclistas.
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A partir de aquí queda lo más agradecido. Descender por la pista principal hacia Valsaín. No tiene pérdida. Seguir siempre el terreno asfaltado y salvo algún pequeño tramo, siempre en descenso.
Accederemos por Valsaín desde el camino del cementerio habiendo superado antes otra cancela (7). Una vez llegados a Valsaín (8) seguiremos la carretera principal hasta toparnos de nuevo con la CL 601. Giraremos entonces a la izquierda para encontrarnos de nuevo el restaurante el Torreón (9).
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