domingo, 30 de marzo de 2008

De globero


Un día de lluvia, un pinchazo entre la lluvia… Más de uno se sentirá identificado al leer la primera frase. Parece algo normal, aunque en algunos casos puede resultar incluso cómico.

Esta es la típica historia que contamos diciendo que le ocurrió a un familiar, conocido o amigo. En honor a la verdad he de decir que me pasó a mí. Todos llevamos un pequeño globero dentro.

Una semana antes de ocurrir lo que habéis visto en la primera foto, pinché llegando a casa. A partir de ese momento, comenzó el habitual ritual. Desmontas la rueda en el trastero, la subes a casa, retiras la cámara, buscas el pinchazo, encuentras el motivo del mismo, reparas el pinchazo y dejas secar el parche. Una vez seco vuelves a colocar la cámara en su sitio y listo. Sólo falta bajar de nuevo la rueda al trastero para ponerla en su sitio.

Pues bien, una vez en el trastero me dispongo a colocar la rueda. Al instante, me percato de que me falta la tuerca del cierre rápido de la rueda trasera, la misma que pinché. Busco como un loco en el trastero y nada. Sin rastro de la tuerca. Subo a casa para ver si me la he dejado allí. Tampoco.

¿Una solución rápida para montar mañana en bicicleta sin necesidad de comprar un cierre rápido nuevo? Coger la tuerca de otra bicicleta que tengo muerta de risa en el trastero. Dudo que alguien me consiga la tuerca en cuestión, así que ya me compraré el cierre rápido en otra ocasión (apenas cuesta seis euros).

Una vez montada la rueda y lista de nuevo la bicicleta, salgo al día siguiente a montar. Una ruta con mezcla de carretera y caminos. Todo bien y sin novedades. El pinchazo se reparó correctamente.

Pues bien, a los pocos días salgo de nuevo con la bicicleta. Esta vez, y a mi pesar, salgo sólo por razones personales (un compromiso que me hizo adelantar la salida con el grupo con el que salgo habitualmente). Llevados ya 30 minutos de ruta, y tras un salto, reventón en la rueda trasera. “Mala suerte”, pienso yo. O no.

Comienzo de nuevo el ritual. Desmonto la rueda, separo la cámara de la cubierta…

(…)

Qué raro. Acabo de ver caer algo desde el interior de la cubierta. Miro al suelo y me encuentro con esta situación.


Dos cierres rápidos. Permanezco varios segundos contrariado hasta que mi cerebro comienza a dar sentido a lo ocurrido.

¿De donde había salido la tuerca? Del interior de la cubierta. Única explicación: me dejé la tuerca en el interior de la cubierta cuando arreglé el pinchazo. Y lo más sorprendente, la tuerca había permanecido entre la cámara y la cubierta, al menos durante una salida sin darme aparentes problemas.

Lleno de barro y riéndome de mi mismo y de mi torpeza, cambio la cámara reventada y vuelvo a casa con las orejas gachas.

Existe la leyenda urbana del cirujano que se dejó el reloj dentro del paciente. Pues bien, extrapolamos el caso al mundillo del mountain bike y éste es el resultado.

Historia veraz donde las haya. El Biciudadano más globero que nunca.

lunes, 24 de marzo de 2008

Un avance en el suburbano

La Comunidad de Madrid ha decidido flexibilizar los horarios en los que los viajeros pueden transportar su bicicleta en el Metro. Además de los fines de semana, los biciudadanos como yo podremos ir acompañados de nuestras bicicletas en las denominas "horas valle" entre semana. Podeis encontrar más información en los siguientes medios.







Mi valoración: es un paso importante, aunque resulta insuficiente para afrontar el problema de la movilidad de las ciudades en hora punta.


Ideas para el futuro: compartimentos específicos para Bicicletas en algunos vagones (un buen ejemplo lo tenemos en el suburbano de Berlín.

martes, 18 de marzo de 2008

El Biciudadano en las ondas

El pasado viernes 14 de marzo de 2008 el programa "Hoy por Hoy Madrid" de la Cadena Ser tuvo a bien dedicar unos minutos de su tiempo para hablar de este humilde blog.


Para oir la entrevista pinchad aquí.


Muchas gracias a los chicos de la Ser Madrid, y en especial a Daniel Téllez, por haberse interesado por esta iniciativa y prestar atención a los bikers madrileños.

martes, 4 de marzo de 2008

Alcalá de Henares - Los Santos de la Humosa

Una de las mejores perspectivas de Madrid y alrededores la podemos encontrar en Los Santos de la Humosa, gracias a sus 900 metros por encima del nivel del mar.

Este municipio, cercano ya a la provincia de Guadalajara, ofrece grandes posibilidades para ciclistas con ganas de probarse en un terreno exigente. Para los que prefieran acercarse sin más, les ofrecemos la posibilidad de hacerlo desde Alcalá de Henares sin necesidad de compartir carril con vehículos a motor.

Partiremos desde el Puente de Zulema, a las afueras de la ciudad complutense, entre los kilómetros 25 y 26 de la carretera M-300. Desde ahí parte un sendero (1) pegado al río Henares en dirección Alcalá. Lo seguiremos hasta llegar a un paseo (2) en el que compartiremos parte del recorrido con viandantes y animales de compañía.




El paseo como tal finaliza en las proximidades del complejo deportivo Virgen del Val (3) donde se abre una pista que serpentéa pegada al río. Ante la duda, nosotros seguiremos los caminos más cercanos al muro que nos acompaña a nuestra izquierda.

La pista muere curiosamente en un carril bici (4). Llegados a ese punto giraremos a la derecha y seguiremos hasta llegar al final de este carril. 50 metros más adelante y junto a unos campos de fútbol, se abre una pista amplia (5) que seguiremos de frente.

Tras varios kilómetros veremos que a nuestra derecha se nos presenta la posibilidad de cruzar el río a través de un puente (6). No dejaremos escapar esta ocasión. Conforme lo crucemos, giraremos a nuestra izquierda, siguiendo el río, aunque esta vez, por su margen derecho.








A partir de aquí comienza la parte exigente. Y como aperitivo, una rampa corta (7) preludio de lo que nos encontraremos kilómetros más adelante. La pista no tiene pérdida, y una vez superemos la anterior rampa, veremos ya de fondo Los Santos de la Humosa mientras vamos flanqueados por olivares (8).

Conforme nos acerquemos a nuestro punto de destino el desnivel nos exige un mayor esfuerzo de pedaleo. Así hasta que lleguemos al cruce con la carretera M-225 (9). Antes que ascender al pueblo por carretera, descenderemos a nuestra derecha durante algo más de un centenar de metros hasta que a nuestra derecha se abra un nuevo camino de tierra (10). Abandonaremos la carretera y giraremos de nuevo a la derecha ya en el camino de tierra (11) para ascender a Los Santos en una serpenteante y exigente pista.




Las vistas finales desde un mirador (12) merecen la pena el ascenso. Es recomendable llevar cámara de fotos para inmortalizar las vistas, cosa que El Biciudadano no hizo en esta ocasión. Quedarán, pues, en nuestra retina.

lunes, 3 de marzo de 2008

Cambio de look

Después de permanecer varios días en el taller, el Biciudadano vuelve con imagen renovada, aunque con los mismos ánimos para seguir ofreciendo rutas por los caminos de la Comunidad de Madrid.


No somos tan modernos como esta bicicleta, pero bueno, lo intentamos. Atentos a los que viven por el corredor del Henares, puesto que en los próximos días les ofreceremos varias alternativas que les pueden interesar.