El día pintaba bien. Por fin ponía cara a uno de los seguidores del blog que ha decidido unirse a nuestra grupeta (bienvenido, Joaquín) y, entre ceja y ceja, el alcalaíno Ecce Homo.
Llegamos con buen ritmo a la entrada del Parque de los Cerros y comenzamos nuestro ascenso a la citada cota.
A los pocos minutos, y tras una fuerte pedalada con la pierna izquierda mientras ascendía por una dura rampa... Zas. Latigazo en la zona lumbar que automáticamente me levanta de la bicicleta para pedalear de pie. Continúo así el ascenso hasta el cruce que da acceso a la pista que sube al Ecce Homo.
Allí confirmo la peor de las sospechas. Toca volverme a casa, no puedo ni siquiera agacharme. Tras el descenso hasta La Garena parece que he mejorado algo, pero el intenso frío hace que, en reposo y en pocos minutos, vuelva a mi anterior estado. Más tieso que una vela. Es la primera vez que me vuelvo a casa en RENFE en una de las rutas por el Corredor.
Billete de vuelta a Coslada.
Tras un rápido paso por casa, camino a las urgencias del Hospital del Henares. Radiografía (me da la sensación de que no me creen al decirles que no me he caído, que el golpe de dolor ha aparecido mientras pedaleaba), coctel de calmantes/antiinflamatorios por vena y diagnóstico, leve eso sí: dorsalgia y lumbalgia mecánica. Que todo lo malo que me pase sobre la bicicleta sea eso.
Tratamiento: antiinflamatorio, relajante muscular, protector gástrico y calor en la zona durante media hora y con dos horas de intervalo entre friega y friega.
¿Me estaré haciendo mayor? Espero que haya sido un "golpe" de mala suerte, una pedalada mal dada... Recapacitando me doy cuenta que, con un desarrollo menor o simplemente ascendiendo de pie, esto no me hubiese ocurrido.
Desde aquí mando un saludo especial para Joaquín (menuda impresión, primera vez que le veo y lesión muscular).
Joaquín es el que aparece con casco amarillo.
Solo puedo excusarme con él de una manera: como todos hemos dicho alguna vez en una situación embarazosa: "Es mi primera vez".
