La intención estaba ahí. La nieve no asustaba. El problema ha venido al abrir la ventana. Viento y frío, tiempo desapacible... mejor quedarse en casa antes que volver con un mal constipado.
Y eso que la nieve no nos asusta. La diferencia entre un día y otro está en el viento.
Al menos he podido subir al Cerro de Coslada para tomar un par de instantáneas. Es curioso ver cómo la Sierra parece despejada...
Y eso que la nieve no nos asusta. La diferencia entre un día y otro está en el viento.
Al menos he podido subir al Cerro de Coslada para tomar un par de instantáneas. Es curioso ver cómo la Sierra parece despejada...
... a la vez que constatamos que los verdaderos afectados por la ola de frío son los municipios del sureste. La estampa cambia si giramos 180º.
Por cierto, a la entrada del parque he encontrado los restos de un botellón sabadero. 2 bolsas de hielo permanecen intactas. Estos días no hay mejor despensa que la propia interperie.
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