lunes, 18 de febrero de 2013

No hay dos tijas iguales

En la última ruta que subí al blog dejé abierta una interrogante que me dispongo a despejar. ¿Porqué hubimos de acortar lo máximo posible a la vuelta? La razón fue esta.



A mitad de camino noté que el sillín me bailaba y tras un apretón de tuerca, se rompió una de las dos piezas que anclaban la tija con el sillín, concretamente la trasera. Gracias a la pericia de "mis" mecánicos y con la suerte de que uno de los miembros del grupo llevaba una cuerda, pudimos hacer el apaño que podéis ver arriba y llegar a casa.

Una vez me dispuse a buscar un recambio para la pieza rota, me dí cuenta de que cada tija ofrece un modelo de anclaje diferente. Conclusión: tija nueva y de nuevo a los caminos.


En esta ocasión, el anclaje consiste en una única pieza y no dos.

No hay comentarios: